A ver, aclaremos algo, no sé por qué estoy escribiendo esto, tampoco sé porqué ahora y no mañana ni anteayer. Solo sé que necesitaba hacerlo y mientras las palabras solo se escriben en una fuente que ni si quiera reconozco, el sonido de las teclas aplastadas me inspira algo aterrador, lo suficiente como para no ser contado. (Otro día será, tal vez...) De vez en cuando y de cuando en vez mi mente divaga más de lo habitual y empiezo a tener largas y entretenidas conversaciones con personajes que solo existen en mi cabeza. Algunos sacados de cuentos, otros de televisión o películas y otros inventados por mí. Pero suele suceder que las conversaciones y las situaciones planteadas por mi cabeza no son más un producto de la fantasía sino solamente un extracto de la realidad. Una realidad modificada a mi antojo (o al de mi subconsciente), donde yo soy feliz y todo es como quisiera que fuese. Lo triste es que no puedo vivir de fantasías porque de otro modo me encerrarían en un manicomio y aunque esas paredes acolchadas siempre me parecieron divertidamente saltables y abrazables, no soportaría la soledad física que me rodearía.
¿Será que en realidad puedo rodearme de soledad? ¿Será que quiere ser mi amiga? Algo si sé y es que no estoy loca, solo sé que me gusta jugar con juegos que no son precisamente apropiados para mi edad. No estoy loca, solo me gusta jugar. ¿Será que alguien más quiere jugar conmigo?
D.
P.D. Ya estoy grande para los amigos imaginarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario