miércoles

0.12

Sentía nauseas, estaba mareada y no me creía capaz de sostenerme en pie por un segundo más. Mi corazón latía muy fuerte y mi respiración se hacía cada vez más ruidosa, deje de parpadear y por un segundo creí haber entendido tus palabras.

El punto es que nada era cierto, todo lo que me dijiste, todas las palabras que sacaste de lo más profundo de tus viseras, no eran más que eso, palabras fundadas en malas intenciones y cuyo propósito había sido alcanzado. Mi mano resbaló de la tuya y mientras esos segundos de fricción entre tu piel y la mía se agotaban yo me sentía cada vez peor. Caí al suelo sobre mis rodillas y evite tu mirada.

Todas las voces de mis recuerdos me gritaban que cada una de ellas no significaban más que vacio y mientras un eco de silencio recorría mi mente pude ver tu sombra alejarse de mi lado.

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